El día empezó muy mal. Me quedé dormida y llegué tarde al trabajo. Todo lo que sucedió en la oficina contribuyó a mi ataque de nervios.
Para cuando llegué a la parada del autobús en mi viaje de regreso a casa, tenía un gran nudo en el estómago.
Como de costumbre, el autobús llegó tarde… y atestado. Tuve que ir de pie en el pasillo.
Mientras el bamboleante vehículo me lanzaba en todas direcciones, mi depresión se hacía más profunda.
Entonces escuché una voz grave que salía del frente:
-Hermoso día, ¿verdad?
Una chica le preguntó a su novio: ¿Crees que soy bonita?
El dijo:No. Entonces la chica sonrió pensando que sólo se burlaba de ella.
Luego le volvió a preguntar: ¿Quieres estar conmigo siempre?
El chico volvió a decir que no… pero esta vez con voz seria y la vista fija hacia ella.
La chica dio un pequeño suspiro tratando de pensar que todo era una broma cruel.
Así que finalmente le preguntó:Y si yo me marchara lejos de ti, ¿llorarías por mí ?
Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que allá adentro le decía:
“Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal.
Recuerda algo: Después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal…..”
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
Un hombre pregunto a un sabio si debía quedarse con su esposa o su amante , el sabio tomo una Rosa en una mano y en su otra mano, tomo un Cactus y le pregunto al hombre:
-¿si yo te doy a escoger uno de los dos, cuál eliges?
– Y el hombre sonrió y dijo:
-la Rosa, es lógico-
El sabio lo miro y le dijo:
Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el ni marcas ni rasguños.
Todos coincidieron que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.
De pronto un anciano se acercó y dijo:
«¿Por qué dice eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
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Hace mucho tiempo una pequeña oruga caminaba en dirección al sol. En su camino se encontró a un Chapulín:
Hacia dónde te diriges?, le pregunto el chapulín a la oruga
Sin detenerse, la oruga contestó:
Tuve un sueño muy hermoso anoche; soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle.
me encanto lo que ví en ese sueño y he decidido hacerlo realidad
Sorprendido, el chapulín dijo, mientras su amigo se alejaba:
¡Debes haber perdido el sentido ! Cómo una simple oruga como tu , va a llegar hasta aquel lugar tan alto
Una piedra será para ti una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable.
Pero la oruga ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
La oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.
Un grupo de vendedores fueron a una Convención de Ventas. Todos le habían prometido a sus esposas que llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche. Sin embargo, la convención terminó un poco tarde, y llegaron retrasados al aeropuerto. Entraron todos con sus boletos y portafolios, corriendo por los pasillos.
De repente, y sin quererlo, uno de los vendedores tropezó con una mesa que tenía una Canasta de Manzanas. Las manzanas salieron volando
por todas partes. Sin detenerse, ni voltear para atrás, los vendedores siguieron corriendo, y apenas alcanzaron a subirse al avión. Todos menos UNO.
Estamos de regreso con más reflexiones y mensajes de interes para tí.