Publicaciones de JanelviNet

Reflexión: Un hombre y sus amigos

* Para escuchar la reflexión, si la estas escuchando en tu computadora asegurate primero de silenciar la radio, en el resproductor azul que esta al pie de la página.

Escúchala aquí :

 

Un hombre es atrapado por una terrible tormenta de viento y lluvia mientras atraviesa el desierto. Ciego de rumbo y luchando contra la arena que le lastima la cara, avanza con gran dificultad tirando de las riendas de su caballo y controlando de vez en cuando a su perro. De pronto, el cielo ruge y un rayo cae sobre los tres matándolos instantáneamente. La muerte ha sido tan rápida y tan inesperada que ninguno de ellos se da cuenta, y siguen avanzando, ahora por otros desiertos, sin notar la diferencia.

En el cielo la tormenta se disipa y rápidamente un sol abrasador empieza a calentar la arena, haciendo sentir a los caminantes la urgencia de reposo y agua. Pasan las horas; nunca anochece. El sol parece eterno y la sed se vuelve desesperante.

De pronto el hombre ve, delante, un pozo de agua, palmeras, sombra, y los tres corren hacia allí. Al llegar, descubren que el lugar está cercado y que un guardia cuida la entrada debajo del portal que dice: «PARAÍSO».

El viajero pide permiso para pasar a beber y descansar, y el guardia contesta:

Tú puedes pasar, desconocido, pero tu caballo y tu perro deben quedar afuera.

Pero ellos también tienen sed y además vienen conmigo dice el hombre.

Te entiendo contesta el guardia, pero éste es el paraíso de los hombres, y aquí no pueden entrar animales. Lo siento.

El hombre mira el agua… y la sombra. Está agotado y sin embargo…

No, no. Así no entraré dice.

Toma las riendas de su caballo, silba a su perro y sigue andando.

Unas horas, unos días o unas semanas más tarde, el grupo encuentra un nuevo oasis. Al igual que el otro, está rodeado de una cerca, al igual que aquel está custodiado por un guardia. Hay un cartel en el que igualmente pone: «PARAÍSO».

Por favor dice el hombre, necesitamos agua y descanso.

Claro, adelante dice el guardia.

Es que yo no entraré sin mi caballo y sin mi perro advierte el hombre.

Claro. A quién se le ocurre. Todos los que llegan aquí son bienvenidos contesta el guardia.

El hombre se lo agradece y los tres corren a hundir su cara en el agua fresca.

Pasamos por otro «Paraíso» antes de llegar aquí dice el viajero, después de un rato, pero no me dejaron entrar con ellos…

Ah, sí… dice el guardia. Ese lugar es el Infierno.

Pero qué barbaridad se queja el hombre, ustedes deberían hacer algo para sacarlos del camino al Paraíso porque esa información falsa debe causar grandes confusiones.

No, de ninguna manera respondió el hombre vestido de blanco. En realidad ellos nos hacen un gran favor, porque allí quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.

La generosidad es un don muy preciado, y sólo el amigo verdadero, el que no olvida en ningún momento a sus amigos, el que está pendiente de las necesidades de los demás, el que no abandona cuando surgen las dificultades, sólo ese será recompensado con el afecto y el reconocimiento de los demás. Nadie llega muy lejos sin el amor de otros. Nadie llega a ningún lado olvidándose de los que ama.

Autor: Desconocido

«El destino pone a muchas personas en tu vida, pero sólo las mejores permanecen para siempre.»

 

 

 

 

Si te gustó la reflexión te invitamos a que la compartas con tus amig@s y familiares en las redes sociales (abajo los botones), también te invito a darle like a la página de facebook, Aquí. Gracias y Dios los bendiga.

ESCRIBE TU COMENTARIO ABAJO: