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Reflexión: Viejos zapatos

En cierta ocasión un estudiante universitario dando un paseo con su profesor, se encontraron en la vera del camino un par de zapatos viejos. Supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado, terminando sus labores diarias. El alumno dijo al profesor:
«¡Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre!».

Mi apreciado joven – le dijo el profesor – nunca tenemos que divertirnos a expensas de los demás y menos aún si son pobres. Porqué no hacemos lo contrario. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda de oro en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver que cara pone y cual sea su reacción cuando las encuentre.

mejorCaminoEso hicieron y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El anciano, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos. Al deslizar el pie en el zapato, sintió algo extraño dentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó quien la había introducido. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar. Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue mayor aún al encontrar la otra moneda.

Se sobrecogió; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente oración de agradecimiento en voz alta, pidiéndole perdón a Dios por Haber desconfiado de su Providencia. Dijo:

«Mi fe se había debilitado por la enfermedad de mi esposa sin poder pagar al médico o comprar las medicinas; porque habíamos agotado el pan y mis hijos tenían hambre; porque no tenía con qué comprar comida… Pero tú, Señor has enviado una mano amiga para aliviarme ¡Bendito seas Señor! «

«El estudiante quedó profundamente impresionado y el que , en principio quería reírse de aquel acabó llorando junto a él. – Ahora, le dijo el profesor, ¿no encuentras más complacencia que si hubieras gastado una jocosa broma? El joven respondió: «Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: Que hay mayor felicidad en dar que en recibir». 

 

Autor: Anónimo

 

El mejor camino para trazar en tu vida, es haciéndolo

En los zapatos de quien tienes frente a ti. J.e.f.v

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